De rodillas en silencio, sin que nadie me observara,
a la luz de la luna por tu amor yo oraba;
Desde el cielo Dios me miraba,
sentía su presencia, sabía que ahí estaba,
que a ti El te buscaba, para traerte a mi alma
y sus ángeles alrededor me cobijaban y me abrazaban.
El sabía que existías, que por ahí tú rondabas,
Que faltaba que en tu vida algunas cosas concluyeras,
que entraras en la mía y me pertenecieras.
Desde tu existencia y de todas las molestias,
ya me has demostrado que he ganado la competencia.
Y es por eso que en esta competencia estaré agradecida
a la luz de la luna por tu amor yo oraba;
Desde el cielo Dios me miraba,
sentía su presencia, sabía que ahí estaba,
que a ti El te buscaba, para traerte a mi alma
y sus ángeles alrededor me cobijaban y me abrazaban.
El sabía que existías, que por ahí tú rondabas,
Que faltaba que en tu vida algunas cosas concluyeras,
que entraras en la mía y me pertenecieras.
Desde tu existencia y de todas las molestias,
ya me has demostrado que he ganado la competencia.
Y es por eso que en esta competencia estaré agradecida
a tu eterna existencia.
Foto: del autor.
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