martes, 2 de marzo de 2010

SILENCIO


JUAN 11: 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
El episodio de la enfermedad, muerte y posterior resurrección de Lázaro, tiene para nosotr@s hoy una rica enseñanza, muy útil para enfrentar nuestros tiempos de imposibilidades.
Lázaro estaba enfermo y sus hermanas, Marta y María, fueron donde Jesús, que se hallaba en otro pueblo, a rogarle para que viniese a sanar a su hermano. Lo extraño del relato es que Jesús, demorándose deliberadamente, se quedó más tiempo en el lugar donde se encontraba antes de ir a realizar el milagro.
Quizás tú, también como Marta y María, estás enfrentando en este tiempo circunstancias donde tus metas, anhelos, relaciones, expectativas, familia, economía, salud, etc., están "enfermas" o en problemas, es decir: Tú estás rodead@ de problemas extremos, donde has orado y orado y nada parece suceder.
¿Acaso el Señor no ha oído tu clamor? ¿Acaso El Señor te dejará sól@, en medio de tus “enfermedades”? ¡Por cierto que no! El ha escuchado tu oración desde el primer momento que tú le has buscado.
Lo que sucede es que el Señor quiere enseñarnos una lección: Los silencios de Dios no significan necesariamente una negación. Dios siempre trabaja en el silencio, pues El además de solucionar nuestros problemas, quiere hacer algo en nuestras vidas durante el trayecto o proceso de esa espera silenciosa.
Los silencios de Dios sirven para probar nuestra fe y confianza en El, sirven para probar nuestra paciencia y si estamos dispuest@s a esperar, el tiempo que sea, con tal de recibir la bendición de Dios.
Mientras nosotr@s estamos pensando solamente en la solución, Dios está pensando en bendecirnos doblemente: Supliendo nuestra necesidad e imprimiendo dentro de nuestro ser el carácter de Cristo, el fruto del Espíritu Santo.
CONFESIÓN DE FE: DIOS ESTA TRABAJANDO EN MI VIDA Y SITUACIÓN EN LOS TIEMPOS DE APARENTE SILENCIO.

HAITI Y CHILE... ARRIBA!

----------------------------------------------------------------------------------

Este fue un correo que me envió mi mami y quise compartirlo con ustedes... No nos dejemos caer por las situaciones que se nos presentan en la vida, más bien, seamos pacientes y mantengámonos en espera... "Que Dios no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". (2 Pedro 2:3).




Imágenes: Google