miércoles, 13 de junio de 2012

Sangriento.


El hilo de sangre recorre y se expande en todo mi cuerpo, por todo mi ser, como una enfermedad que carcome, llena mis venas y me envenena. Se va arrastrando dentro de mi de manera sigilosa, pero pasa rápidamente quebrantando mis tuétanos y consumiéndome por dentro, hasta producir la muerte.